miércoles, 3 de junio de 2015

Black Tower: Metal de la Tierra Media


Oriundo de Ottawa, Canadá, Black Tower es un trío que usa la obra de J.R.R. Tolkien como base para crear un todo con voz propia.

No es secreto que el metal y la literatura fantástica tienen una fuerte conexión. Por algo existe un subgénero entero basado en ello (y dentro del mismo, no pocas referencias al autor inglés). Pero lo que hace esta banda no califica en absoluto como épico. Tal vez, con más instrumentistas, eso hubiera cambiado; sin embargo, el formato estándar de tres músicos (Erin Ewing en voz y guitarra, Skottie Lobotomy en bajo y voz, Dave Monomania en batería) los llevó a optar por un enfoque directo.

A ratos, las canciones de Black Tower son heavy metal, con no pocas influencias de Iron Maiden. Pero a momentos también abrazan el punk, urgentes y reminiscentes a Bad Religion. El ensamble pasea entre ambas vertientes (y las mezcla) a lo largo de “The Secret Fire”, su disco debut grabado en Apartment 2 Recordings durante el 2014 bajo la supervisión de Topon Das (Fuck the Facts).

Los nueve temas de la placa no ocultan el fanatismo del grupo por la mitología de la Tierra Media, ni en los títulos ni en las letras. Tampoco lo intentan. Al final, lejos de renegar o esconder influencias, este trío busca presentarlas como lo que son: el núcleo mismo de su identidad. Habrá que ver en qué dirección continúan.

“The Secret Fire” está a la venta desde esta semana, editado en conjunto por No Idea Records y Unspeakable Axe Records. Escúchalo completo acá.

Publicado en Vibes.cl, el 3 de junio de 2015.

martes, 19 de junio de 2012

Fahrenheit en Rockaxis TV: Aprendiendo de los errores


La imagen que se tuvo de Fahrenheit durante un largo tiempo fue la de una banda en que la forma era importante. En que todo (desde la apariencia hasta las palabras) tenía que responder a una cierta impronta, un cierto molde. Hoy, estos elementos han desaparecido por completo. Ya no hay pretensión: después de once años de carrera, más que nunca, lo que manda es la música.

Fue con esta dinámica en mente que el ahora quinteto compuesto por Felipe Mira (vocalista), Carlos Otto (guitarra rítmica), Carlos Cid (bajo), Ignacio Torres (primera guitarra) y Andrés Torres (batería) se presentó en el último capítulo de Rockaxis TV. Con Francisco Reinoso como anfitrión habitual y miles de personas sintonizando en vivo, el grupo mostró un set de canciones que recorrió todo su catálogo y dejo entrever los matices de un sonido deudor del hard rock más puro.

Y es que Fahrenheit, desde sus inicios, se planteó como un proyecto que buscaba inspiración en referentes de hace tres décadas atrás, y eso sigue ahí. Patente es la influencia de nombres como Guns N' Roses, Mötley Crüe o Whitesnake al escucharlos. Pero hace mucho rato que se ganaron el derecho a no ser confundidos por meros imitadores: con tres discos editados y un cuarto en camino ("Kelvinator", que esperan sacar a fines del 2012), si hay algo que no se les puede discutir es la experiencia (incluyendo un paso por México que tuvo de dulce y de agraz, y al que se refieren durante este episodio).

Pasaron algunos de sus mejores sencillos ('King of the Night', 'Vuelvo a Vivir') y muestras del sonido que traerá su próximo álbum ('Voodoo Negra', 'Sucio Remedio' y la inédita 'Malavita', estrenada en esta sesión y con Ignacio Almarza, ex baterista del grupo, como percusionista invitado). Una selección pensada -de acuerdo a ellos mismos- para recordar todos sus trabajos de estudio respecto al momento que están viviendo. Y que, de paso, demostró el notable acierto que fue la incorporación al conjunto de Nacho Torres, un tipo cuyas cuerdas funcionan a la perfección en este contexto.

Lo del miércoles 13 fue una oportunidad perfecta en un ambiente distendido para que Fahrenheit demostrara en vivo que, referencias más o menos, no son ningún pastiche hard rock. Y vaya si lo hicieron. Más allá de los gustos, después de verlos en acción es innegable el trabajo realizado y el nivel alcanzado. Hay errores que pagan si se aprende de ellos, y esta banda es perfecto ejemplo. No debería ser sorpresa para nadie que este capítulo de Rockaxis TV les haya conseguido nuevos adeptos.

Fotos: Sergio Mella


Publicado en Rockaxis.com, el 18 de junio de 2012.

viernes, 6 de abril de 2012

Killterry - Hijos de la Calle (C.F.A.)


"Lo mío es el rocanrol callejero, de perdedores y de mujeriegos", canta el vocalista de Killterry en medio de “Hijos de la Calle”, su tercer disco de estudio a la fecha. El tema de donde sale esa cita es ‘Kiltro Viejo’, una declaración de principios que exuda honestidad en todas sus notas. Y lo cierto es que son palabras coherentes con todos los versos que vienen antes y con todos los que vendrán. Sus canciones tienen mucho de concreto y de cuneta, como bien habría de esperarse de una banda editada por la Corporación Fonográfica Autónoma.

Pero hay algo en este cuarteto que desde la primera canción los distingue de los muchos grupos de rock que se encuentran en todos los rincones de Chile. Hay algo en su sonido, en su forma de escribir melodías, en su evidente preocupación por no editar cualquier cosa. Ellos mismos se describen como gente de cervezas y vino bueno y barato, y esto puede parecer un cliché, pero su música no lo es.

Quizás ése es el asunto: los trece tracks que componen esta placa tienen, del primero al último, una identidad innegable en la que no poco mérito corresponde a la producción de Mauricio Padilla. Aún si se les escucha en medio de un bar, no hay alcohol de dudosa reputación que impida entender el mensaje que traen temas como ‘Prometen’, ‘Tributo’ (cuyo quiebre de bajo parece venido de otro país enteramente) o la enorme ‘Niños con Pistola’, con la aparición a la medida de Claudio Bluesman en armónica. Acá hay seso, hay ideas claras. Pero, sobre todo, calidad.

Aún en los momentos irónicos (un clásico de nuestro rock, y aquí no hay pocos: ‘Bolsero’, ‘Plata’, ‘Caspa del Diablo’, ‘Masajes’, ‘Pollos con Hormonas’…) se desmarcan desde el primer verso de las otras agrupaciones “irreverentes" de nuestro país. Y no es que sean tan diferentes en cuanto a letras, no. El detalle, el gran plus de esta banda es la actitud que se transmite a través de cada acorde. Killterry no hace rock serio, para nada. Pero sí hace rock en serio, e “Hijos de la Calle” es un sorpresivo hallazgo que todo fan del género necesita escuchar.

Publicado en Rockaxis.com, el 5 de abril de 2012.

sábado, 10 de marzo de 2012

Pistola - Cruzando la Linea (Autoedición)


Con más de tres años de carrera y un disco debut en el cuerpo ("Antes que todo", 2009), el quinteto nacional Pistola bien podría haber optado por el camino fácil de la continuidad en su segunda producción, buscando sólo replicar esa ópera prima con un enfoque creativo y un trabajo de estudio similar. Sin embargo, la banda decidió optar por el riesgo y tomar una ruta diferente, en pos de una idea clara.

Hablar de un disco conceptual puede sonar a grandilocuencia, pero ése no es en absoluto el caso aquí. Aunque sí, en "Cruzando la línea" se nota el trabajo realizado en cuanto a los detalles. Perfeccionismo en el buen sentido de la palabra, sobre todo en los arreglos, siempre en función de la historia detrás de esta placa. Un viaje y sus consecuencias, un cúmulo de cambios de ritmos y humores lleno de complejidades y claves sutiles. O, en otras palabras, un reflejo acertado de cómo puede responder la naturaleza humana a ciertas circunstancias.

Sin embargo, una idea interesante (y ésta lo es, desde la primera escucha) sólo es parte de un buen disco de rock. La música debe hacer el resto y ahí es donde el evidente cuidado que tiene esta producción paga dividendos. En los juegos vocales de Rodrigo Reyes, su frontman. En las melodías que van mucho más allá de unos cuantos acordes fundamentales. En la buena mezcla de riffs eléctricos y compases aplanadores ('Hipérbole') con momentos sutiles o pausas acústicas ('El origen').

Pero no es casualidad que los momentos en que Pistola más arriesga sean algunos de los mejor logrados. Como cuando la tornamesa de Matías Muñoz deja de ser un telón de fondo y pasa a dialogar con sus pares ('Mi grandeza'). Mucho mérito en esto tiene la base rítmica de Sergio Andreu (batería), José Santibañez (bajo) y Juan Francisco Pavez (guitarra), quienes se encargan de que la banda nunca deje de sonar como sí misma.

Ésa es una de las mayores fortalezas de este trabajo. Que aún cuando deciden mandarse una escapada de casi ocho minutos para cerrar este álbum con 'Nada importante ha pasado hoy', no se pierden (y de paso se despachan una de sus mejores canciones). Los cambios, si bien inesperados, nunca dejan de hacer sentido. Eso aplica para cada uno de los catorce tracks de este trabajo. A fin de cuentas, "Cruzando la línea" no fue sólo un viaje: fue un riesgo calculado, y uno que paga dividendos sonoros.

Publicado en Rockaxis.com, el 24 de febrero de 2012

TV Femme - La Perdición (Autoedición)


En un medio que se ha vuelto tan poblado como el nuestro, el cómo atraer atención se ha vuelto todo un tema. Se hace más o menos necesario estar generando noticias de forma constante y tocar seguido en vivo. Para conseguir ambas cosas (y en especial la segunda) es fundamental lograr estabilidad, y por lo mismo es que a nadie extraña cuando una banda que ha pasado por muchos cambios de formación en sus inicios termina tirando la toalla temprano. En realidad, lo raro es es que ocurra lo contrario.

Pero ése es el caso de TV Femme, dupla compuesta por Diego Alorda (voz y guitarra) y Sebastián Díaz (batería y percusiones). El primero era un acompañante en las seis cuerdas, el segundo llegó como parche. Pero la partida sucesiva de varios otros integrantes dejó este proyecto en sus manos por defecto. Y ahí, en ese momento donde tantos otros han renunciado, ambos optaron por seguir y hacer funcionar un grupo que nació en el 2008 haciendo temas en inglés y cuyo nombre ni siquiera eligieron ellos.

Ya la historia previa hace que valga la pena dale una oportunidad a su debut. Y lo cierto es que los fans de nombres como Kings of Leon o The Strokes (en sus primeros discos, no en sus actuales versiones) encontrarán en “La Perdición” un buen sucedáneo de guitarras afiladas y urgencia garage, mezclada con acordes y transiciones propias de géneros como el folk o el country. Diez canciones en total, que pasan en menos de cuarenta minutos y nunca aburren.

Grabado el año pasado en Estudios Primate con la producción de Juan Manuel Méndez y Nicolás Moreno (ex Jirafa Ardiendo los dos) y con un tercer músico a cargo de las líneas de bajo, éste es un álbum irreprochable en cuanto a la calidad de su sonido. Las letras, por su parte, no siguen un hilo temático, sino tres: hay momentos existencialistas, otros críticos y, claro, las infaltables composiciones para conquistar chicas. Es decir, para todos los gustos.

Canciones como ‘Utopías’ y ese enorme rocanrol que le da nombre a esta placa son algunos de sus momentos más memorables. Un disco correcto, si se toma en consideración lo sonoro y nada más. Sin embargo, esta historia no va sólo de eso. Lanzado oficialmente en septiembre del 2011, “La Perdición” es más que sus diez tracks. Es la prueba de que la necesidad de hacer música, si es real, no podrá ser detenida por más baches que haya en el camino. De que, si se quiere, se puede.

Publicado en Rockaxis.com, el 13 de enero de 2012